Vivir en un departamento puede ser igual de conveniente y cómodo que en una casa tradicional. Para ambos tienes que considerar lo que mejor se acomode a tu estilo de vida, locación, precio, el tamaño y todos los plus que conllevan. Muchas personas se preocupan por el espacio que puede proporcionar una casa vs. un departamento, sin embargo, hoy en día hay tantas distintas opciones que un departamento se siente exactamente igual, solo que es como vivir en una casa en las nubes.
El espacio que una familia necesita para vivir cómodamente no puede medirse, ya que no existe para ello una ecuación exacta en metros que asegure dicho derecho, la comodidad dentro de un espacio depende únicamente de la percepción de las personas que vivirán o viven en él. Es inevitable pensar que una casa brinda más comodidades que un departamento por creer que el tamaño es igual a comodidad, la verdad es que actualmente, muchos departamentos son del mismo tamaño que un terreno cuadrado para una casa, depende de la cantidad de familiares en los que se está pensando al momento de construir un inmueble y las condiciones de salubridad, seguridad, entre otros que dicho lugar otorga.
Para no equivocarnos en una decisión tan importante como la compra o renta de un espacio para vivir es necesario saber lo siguiente: en una construcción existen los metros útiles y los metros construidos, los primeros son parte de la superficie interior, armarios, baños, recámaras, y los últimos, son columnas de soporte, falseados y todos los elementos de construcción dentro del inmueble que necesitan estar ahí pero quitan espacio habitacional. Si quieres hacer las ecuaciones o contratar a un profesional para calcular el tamaño exacto de donde vivirás es una buena estrategia, pero todo siempre volverá al mismo punto, y es que depende de lo que tu consideres un espacio suficiente para ti y tu futuro.
Por ello, si lo que se planea es comprar o rentar un inmueble preconstruido, no está de más considerar como opción comprar o rentar un departamento, ya que cubre nuestras necesidades y pueden adaptarse a nuestro ritmo de vida, no solo a la cantidad de espacio que se nos proporcionará.
